Noticia Emol, investigador CEM

La investigadora de Clapes UC menciona que la creencia de que los extranjeros "le quitan" el empleo a los chilenos refleja preocupaciones legítimas sobre el mercado laboral. Sin embargo, “la evidencia empírica internacional indica que el impacto de la migración tanto sobre el empleo como sobre los salarios de los trabajadores “locales” es prácticamente nulo en el largo plazo”.

 

Byron Duhalde, investigador del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de Santiago (USACH), destaca que, en un estudio de la CEPAL publicado en 2022 sobre las contribuciones de la migración al desarrollo sostenible en Chile, Costa Rica, México y Perú, dentro de los aportes, se considera el impacto positivo en el PIB de los países. “En el caso de Chile, un 13,4% del crecimiento lo aporta la fuerza de trabajo migrante, entre los años 2009 y 2017. Por otra parte, al ser una migración compuesta en su gran mayoría por personas en edad laboral, contribuye a ralentizar las tasas de envejecimiento poblacional, sobre todo el segmento de edad laboral, que retribuye al incremento de la productividad laboral”.

 

Por otro lado, apunta a que las personas extranjeras que están regularizadas y ejercen actividades laborales de forma regular con contrato de trabajo, contribuyen al desarrollo de la economía a través del pago de impuesto, generación de ingresos, consumo y cotizaciones. “Esto desarrolla un efecto multiplicador en la economía, generando más actividad económica”, detalla el experto.

 

Ante la creencia de que los extranjeros “le quitan” el trabajo a los chilenos, Duhalde asevera que esta idea es una preocupación frecuente, “pero la realidad es más compleja y depende de varios factores económicos y sociales. No existen estudios que avalen dicha afirmación. De hecho, hay investigaciones que plantean las oportunidades que el acceso a un empleo formal tiene para los países de acogida y sus efectos positivos en el crecimiento de las actividades económicas”.

 

Los desafíos

 

El experto apunta que los desafíos en esta materia se asocian principalmente a generar medidas que aborden las vulneraciones de derechos y barreras de integración de las personas extranjeras al mercado de trabajo. Así también, políticas que entreguen las herramientas necesarias para que las personas puedan participar de manera adecuada en el mercado laboral.

 

“El trabajo es una de las dimensiones de la integración, y en ese sentido, velar por procesos de integración laboral es necesario para combatir las redes de comercio informal, y actividades ilícitas en las cuales muchas personas extranjeras que no poseen las herramientas y regularización, se ven obligados a participar. Integrar laboralmente a las personas extranjeras, permite atacar el caldo de cultivo del cual se alimentan redes criminales y de comercio irregular, y a su vez contribuye al desarrollo económico y social del país”, detalla Duhalde.

 

En cambio, Cifuentes comenta que el principal desafío está vinculado con la irregularidad migratoria. “Cuando los migrantes ingresan al país de manera ilegal, es probable que solo puedan acceder a trabajos informales, que se desarrollan en condiciones precarias. De hecho, desde mediados de 2022, la tasa de informalidad laboral entre los migrantes ha sido superior a la de los trabajadores de nacionalidad chilena, lo que sugiere que las olas migratorias más recientes incluyen una proporción mayor de migrantes irregulares, en promedio, menos calificados. Por lo tanto, es urgente adoptar medidas para hacer frente a este fenómeno”.

 

 

Fuente: Emol.com